Entrevista con el poeta-profeta de la medicina alternativa
Uno de los mayores exponentes de la espiritualidad y la salud alternativa se presentará con su charla El futuro del bienestar: un camino a la salud plena. Habló sobre su nuevo libro, el azar, física cuántica, la vida y la muerte y más.
Es uno de los eslabones fundamentales del presente para que teorías de Oriente y Occidente encuentren puntos en común. La revista Time lo incluyó en una lista de 100 íconos del siglo como un «el poeta-profeta de la medicina alternativa». Pero también es el profeta de cómo hacer best sellers en serie. Sus libros fueron traducidos a 35 idiomas, entre ellos, Sincrodestino y Las 7 leyes espirituales (este último llevado a documental), pueblan los anaqueles de la sección Autoayuda de librerías del mundo. Se lo conoce por difundir la medicina Ayurveda de la India para las masas y, en su último libro, se juega a dar un paso más y reflexiona sobre teorías de la ciencia dura, desde Einstein, pasando por Max Planck y hasta los últimos avances de la física cuántica.
En Tú eres el Universo -escrito a dos plumas con Menas Kafatos, un científico estadounidense con ascendencia griega- persigue la alianza entre los mundos cuánticos, la espiritualidad y lo cotidiano; bajar el discurso para aquellos que no podemos interpretar esas complicadas fórmulas al cuadrado y con raíces que dan cuenta de la relatividad. Busca esas “fisuras de la realidad”, y de cómo nuestras mentes juegan un papel activo en la construcción o deconstrucción de la misma. Las charlas entre el poeta Tagore y el científico Einstein, reflexiones sobre la naturaleza infinita de la luz, teoría de los multiversos y las supercuerdas pueblan sus páginas.
“Mientras las teorías de la relatividad fueron, en gran parte, obra de una sola persona, la física cuántica fue una creación colectiva de muchos científicos europeos. Los objetos sólidos se empezaron a concebir como nubes de energía. Se observó que el átomo era principalmente espacio vacío”, comenta en el libro. En la introducción, científicos respetados apoyan esta nueva alianza entre física y espiritualidad.
Chopra vivió esa confluencia de mundos en su vida: nació y se formó en India, pero fue en los Estados Unidos, trabajando como médico, cuando llamaron su atención los supuestos casos de “curaciones imposibles”. Y llegó a conclusiones sorprendentes sobre la inteligencia celular, la salud y la enfermedad y el las leyes del “azar”, que exploró en sus anteriores títulos (más de 40).
“El 80% de las enfermedades son el resultado de nuestro modo de alimentarnos”
Maestros hinduistas de distintos tiempos se preguntaron sobre la relatividad del tiempo, la materia y el lugar (finito o infinito) de la consciencia humana. El budismo tibetano lleva siglos reflexionando (y buscando practicar) el principio del vacío. Del otro lado, desde las academias y las publicaciones de divulgación científica, parecen arribar a conclusiones parecidas.
Que Deepak Chopra lo explique:
– ¿Qué es lo revolucionario de la física cuántica?
La visión aceptada de la realidad sostiene que los seres humanos existen en el contexto de un vasto universo físico que está «allá afuera». Solo un místico extremista dudaría de esta descripción pero, en realidad, todos deberíamos hacerlo. Sir John Eccles, un famoso neurólogo británico y ganador del Premio Nobel, declaró: «Quiero que se den cuenta de que no existe ningún color en el mundo natural, ni sonido, nada de este tipo; hay un mundo sin texturas, sin patrones, sin belleza, sin aroma». Todo eso está adentro.
– Algo que me llamó la atención es el énfasis del libro en la mente del observador: “Vivir sin tener en cuenta el mundo cuántico es como vivir sin tener en cuenta el cerebro”, todo parecería terminar adentro nuestro y saberlo nos modificaría. ¿Hay muchos órdenes de realidad, además de la propia?
Esta es una pregunta notable, más aún porque lo incluye todo. Las galaxias más distantes a miles de millones de años luz de distancia no tienen realidad sin vos, porque todo lo que hace real a cualquier galaxia (la multitud de estrellas con su calor, luz emitida y masas, las distancias en el espacio y la velocidad que lleva a cada galaxia distante a una velocidad enorme) requiere un observador humano con un sistema nervioso humano. Si no existiera nadie para experimentar calor, luz, masa, nada podría ser real tal como lo conocemos. Si las cualidades de la Naturaleza son una construcción humana que surge de las experiencias humanas, la existencia del universo físico «allá afuera» debe ser seriamente cuestionada, y junto con ella, nuestra participación en dicho universo.
Cuando tu conciencia está muy restringida, es como una persona en una habitación oscura tropezándose con todo…
– Entonces, ahí radica el lema de muchas corrientes espirituales, “somos uno”. ¡Llegaron antes a eso!
Sos uno con el universo porque experimentás la Naturaleza en tu conciencia, y no hay otra fuente para la realidad tal como la conocemos. Si algo es tan real que no puede entrar en la conciencia humana, nunca lo sabremos. ¿Cómo lo sabríamos? Incluso si recurrimos a las matemáticas abstractas que podrían inferir la existencia de realidades más allá de nuestra capacidad para detectarlas o medirlas, deberíamos darnos cuenta de que las matemáticas en sí mismas están ligadas a los observadores humanos. Se necesita un matemático para entender las matemáticas. Para resumir,
• El universo en el que vivimos es una construcción humana, que incluye todo lo que contiene.
• Toda actividad tiene lugar en la conciencia. Si querés señalar dónde están las estrellas, no hay ubicación física, porque la conciencia no es una «cosa».
• El cerebro no es el asiento de la conciencia, sino que actúa más como un receptor de radio, y quizás un emisor, traduciendo la actividad consciente en correlatos físicos. (La metáfora del receptor de radio describe el circuito de retroalimentación entre la mente y el cerebro, que en realidad no están separados sino que forman parte de la misma actividad complementaria en la conciencia.)
• Para comprender nuestra verdadera participación en el universo, debemos aprender mucho más sobre la conciencia y cómo convierte la mente en materia y viceversa.
– ¿Cómo podemos comprobar que la física cuántica atraviesa nuestra vida cotidiana?
Vos creás tu experiencia del universo; sin tu experiencia no hay universo. Tenés un cuerpo, tenés una mente, pero estos son sólo constructos humanos. Incluso el nacimiento y la muerte son historias basadas en construcciones.
Se ha dicho que el universo es caótico, un sentimiento que probablemente suene verdadero en lo que se refiere a la vida de muchos ciudadanos de la Tierra en este momento de la historia. Nuestro mundo parece estar lleno de polarización, noticias falsas, hechos alternativos, intolerancia, odio, racismo y muchos otros modos de marginación. Si querés cambiar el mundo, primero ponete en contacto con tu ser más interno, que se extiende más allá de nuestros cuerpos y mentes.
Cuando tu conciencia está muy restringida, es como una persona en una habitación oscura tropezándose con todo… pero una vez que encendés la luz, ves que cada obstáculo es una oportunidad. Cuando tu conciencia es totalmente libre, es como un universo sin límites.
– La pregunta del millón, ¿qué pasa, desde tu perspectiva, con la consciencia después de la muerte?
La conciencia no es local y no está sujeta a nacimiento o muerte. La mente del cuerpo y el universo son sus representaciones simbólicas. El nacimiento y la muerte son una experiencia del cuerpo, la mente y el cosmos. El cosmos no es local, es decir, no se puede mapear como ubicación. Después de la muerte, gradualmente dejamos de ser locales. Nos vemos como realmente somos desde la perspectiva del alma: en todas partes a la vez.
Este ajuste es probablemente el mayor obstáculo que cualquiera de nosotros encontrará en los planos astrales. En este momento estás en el centro del universo porque el infinito se extiende en todas las direcciones, sin embargo, alguien en el otro lado del mundo también está en el centro del universo, porque el infinito también se extiende por todos lados. Si ambos son centros del universo, ambos deben estar en el mismo lugar. El hecho de que parecés estar en diferentes lugares es un artefacto sensorial. Se basa en imágenes y sonidos, que son eventos locales. No sos un evento local.
De manera similar, cada momento es el centro del tiempo, porque la eternidad se extiende alrededor de cada momento en todas las direcciones. Por lo tanto, cada momento es igual a todos los demás. El cosmos, al ser no local, no tiene arriba ni abajo, norte o sur, este u oeste. Estos son solo puntos de referencia para nuestra conveniencia en nuestra frecuencia particular (es decir, dentro de un cuerpo). El proceso de transformación después de la muerte no es un movimiento a otro lugar o tiempo; es solo un cambio en la calidad de nuestra atención. Solo podés ver lo que vibrás.